A lo largo de nuestra niñez vivimos con la ilusión de despertar un día 6 de enero con juguetes nuevos que nos hacían los niños y niñas más felices del mundo. Es algo especial mientras dura; siempre imaginando la mágia de los reyes magos para hacer llegar los juguetes a nuestra casa; algo invisible, algo pequeño, algo raro, seres místicos, en fin.. miles y miles de ideas rondando por nuestra mente acerca de estos seres que dan felicidad a la mayoría de los niños.
Ahora es solo un recuerdo; un buen recuerdo que nos lleva a la realidad y hace que compartamos ese secreto con esos seres fantásticos que muchas veces nos hicieron felices y otras aunque no tanto no nos podemos quejar y se les agradece su esfuerzo y su preocupación por no fallar en tan esperado día.
Así que por que no dejar que nuestros pequeños hermanos y nuestros hijos (bueno cuando tenga) sigan creciendo con la esperanza e ilusión de que el 6 de enero sus Reyes Magos llegaran a dibujarles una sonrisa en su pequeño rostro..
Así que no olvides dejar tu zapatito....
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